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“Estoy harto de Donald Trump”, exclamó Alcaraz, uno de los mejores caricaturistas editoriales del país.

Pero a decir verdad, Trump es como caído del cielo para los moneros y escritores cómicos.

“Me hizo muy fácil el verano”, dijo Alcaraz.

De 51 años de edad, Alcaraz, quien ha realizado historietas y caricaturas editoriales por casi 30 años, hizo una rápida parada por �ճܳ���ó�� el pasado jueves 24 de septiembre.

Estuvo en un salón de Estudios Mexicoamericanos en el Edificio César Chávez y por la tarde habló en el YWCA en North Bonita Avenue en Menlo Park. Estuve en su presentación en la UA.

Con sus dibujos –nuevos y viejos– proyectados en Power Point, Alcaraz destacó su trabajo como el único caricaturista chicano sindicalizado de Estados Unidos.

Su historieta es “La Cucaracha”. Ha dibujado caricatura editorial para el L.A. Weekly desde 1992. Su trabajo ha aparecido en publicaciones a lo largo del país y en Europa y América Latina.

Sus polémicas caricaturas son de actualidad y muchas veces centradas en los chicanos, pero no exclusivamente. Casi todos los políticos y los temas son objeto de su humor y sus comentarios.

Pero en este verano, el precandidato a la cabeza en las preferencias republicanas ha ocupado el tiempo y la imaginación de Alcaraz, nacido en San Diego.

Dibujó el “Trumpacabra”, una derivación del imaginario chupasangre llamado el Chupacabras, y satirizó la propuesta de Trump de construir un muro más grande en la frontera entre México y Estados Unidos. Y en una serie de páneles, Alcaraz parodió la retórica migra toria de Trump, mostrando a un obrero mexicano contratado en la calle y que terminó ayudando a construir la oficina de campaña del animador de televisión.

Los ataques de Trump hacia los inmigrantes, especialmente a los mexicanos, han “unido a todos los latinos y a toda la gente decente”.

Alcaraz, quien mantiene su sitio web , también ha apuntado sus tiros políticos a la avalancha de disparos y altercados de policías por todo el país el año pasado, y de políticos de ambos bandos de la isla partidista.

����ֱ��, por supuesto, con su legislación destinada a sacar a los inmigrantes mexicanos y prohibiendo los Estudios Mexicoamericanos en el Distrito Escolar Unificado de �ճܳ���ó�� (TUSD), le ha dado a Alcaraz muchísimo material.

Y no es sorpresa que Alcaraz sea el blanco de críticos enojados y ofendidos.

Alcaraz dijo que eso es normal en esto “La mejor carta de odio que he recibido decía ‘Regrésate a África’”, contó Alcaraz.

Obviamente, quien escribió la carta tiene problemas con la geografía.

Pero recientemente, entre sus críticos se han incluido algunos chicanos a raíz de su más reciente esfuerzo: su trabajo con Disney/Pixar en una nueva cinta animada, “Coco”, acerca de la antigua tradición latina del Día de Muertos.

Sus críticos señalan que Alcaraz estuvo entre los principales detractores de Disney cuando intentó registrar la marca “Día de los Muertos” hace dos años. Los críticos de Disney enterraron la idea por su insensible apropiación cultural.

Alcaraz arremetió contra Disney cuando dibujó un ratón monstruoso con garras y colmillos advirtiendo: “Viene a registrar la marca de tu cultura”.

Eso fue entonces.

“No puedes aceptar un trabajo como este”, dijo un estudiante de postgrado de la UA, retando a Alcaraz por varios minutos. Ambos se dijeron y respondieron.

Alcaraz argumentó que trabajando con el sistema de Disney él se ponía en una mejor posición para llevar a los productores y escritores de “Coco” a la conciencia cultural.

Su crítico no quedó satisfecho.

El caricaturista dijo que constantemente ha estado tomando riesgos con su trabajo que incluyen su colaboración actual como escritor y productor de “Bordertown”, un nuevo programa animado de televisión en Fox, producido por Seth MacFarlane. El programa se desarrolla en un pueblo ficticio de la frontera de Texas, centrado en dos familias, una mexicana y la otra anglo.

Alcaraz parecía cansado de la crítica, mucha de la cual se ha visto en las redes sociales.

Pero se mantuvo firme en que aportaría más veracidad cultural y tumbaría estereotipos tanto en la pantalla chica como en la grande.

“Si los puedo poner a pensar y a reír, entonces ese es el punto dulce”, les dijo a los estudiantes.