Siempre había evitado ver series de narcos porque creo que estas producciones muchas veces encumbran al criminal a la posición de héroe, y para una juventud descuidada esto podría resultar peligroso.
Y no es que no me gusten estas historias, porque la trilogía de The Godfather de Coppola, y la filmografía de Scorsese (Goodfellas, Casino, etc.), son de mis favoritas. Lo que pasa es que cuando se habla del narco en México sí se tocan fibras delicadas, sobre todo por los miles de muertos y desaparecidos, fosas clandestinas, etc.
Con todo y mi postura, no me queda de otra que aceptar que Narcos: México es un producto muy entretenido. Para mí es un gusto culposo.
DE COLOMBIA A MÉXICO
La Temporada 1 de Narcos: México dejó una muy buena impresión tanto en la audiencia como en la crítica por su producción, guion, elenco y lo atrevido de su propuesta: presentar con realismo la forma en que el narcotráfico se fue convirtiendo, gradualmente, en un elemento profundamente arraigado del México actual.
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Pensada para ser la cuarta temporada de la exitosa serie Narcos, enfocada en Colombia, los productores decidieron aprovechar una veta nueva con Narcos: México, la cual se centraría en el ascenso criminal de uno de los capos legendarios del narcotráfico en México: Miguel Ángel Félix Gallardo, encarnado por el astro mexicano Diego Luna.
EL ASCENSO DE FELIX GALLARDO
La serie se centra en la década de los 80, cuando surgió el poderoso Cartel de Guadalajara a cargo de un hombre (Félix Gallardo) que le dio forma, haciendo alianzas o confrontando rivales con todo tipo de personajes (Caro Quintero, “Neto” Fonseca, Amado Carrillo, García Ábrego, el “Chapo” Guzmán, el “Güero” Palma...).
Todo lo anterior ocurre mientras un agente de la DEA, llamado Enrique “Kiki” Camarena Salazar (encarnado por Michael Peña), es enviado a México para investigar y ordenar toda la información de lo que estaba ocurriendo en el mundo del narco. Lamentablemente, ni el gobierno mexicano ni el norteamericano le hacían mucho caso a sus pesquisas.
¿QUÉ PASÓ DESPUÉS?: LA LEALTAD Y LA TRAICIÓN
Narcos: México 2 ya se encuentra disponible en Netflix con mucho más que contar sobre Félix Gallardo (Luna), quien en ese momento es más poderoso que nunca. Sólo que su posición de poder le obliga a vigilar de cerca la lealtad de sus socios que podrían traicionarlo en cualquier oportunidad.
Algo que tiene una fuerte presencia en la trama de Narcos: México 2 son las consecuencias que tuvo el asesinato del agente de la DEA “Kiki” Camarena.
Algo que también tiene una fuerte presencia en la trama de esta temporada son las consecuencias que tuvo el asesinato de “Kiki” Camarena, el agente de la DEA que conoció de cerca todo el teje y maneje de sus operaciones. Obviamente que esta ejecución planeada, según la serie, por Caro Quintero y “Neto” Fonseca, tuvo implicaciones graves para todos.
La serie se toma algunas libertades literarias para contar la historia, pero básicamente los hechos que relata ilustran más o menos lo que ocurrió: negociaciones entre narcos, ejecuciones, traiciones y la necesaria complicidad de políticos y gobernantes, a través de la policía, para que este negocio se echara a andar y prosperara.
En esta temporada sabremos que la voz que narró la anterior es la del agente Walt Breslin (Scoot McNairy), personaje protagonista pero ficticio que más bien sirve para representar a los varios agentes que participaron en la famosa Operación Leyenda, la cual tenía el propósito de capturar a los responsables del asesinato de Camarena y, de paso, desmantelar el poderoso Cártel de Guadalajara.
