Cuando la tucsonense Alba Jaramillo se sube al escenario para interpretar el papel de “Digna”, no necesita esforzarse mucho para entrar en el personaje.
Jaramillo representa a Digna Ochoa, una abogada mexicana defensora de los derechos humanos. Jaramillo, nacida en México, también es abogada y defiende los derechos de los inmigrantes y las mujeres de ճܳó.
Pero ahí termina el paralelismo entre las dos.
Ochoa está muerta. Fue asesinada en el 2001 por personas “desconocidas” que irrumpieron en su oficina de la Ciudad de México. Ochoa era una activista de alto perfil que había estado en exilio en Estados Unidos y regresó a México bajo amenazas de violencia. Su asesinato no ha sido resuelto, pero es ampliamente considerado como un asesinato político. El gobierno mexicano dice que se suicidó.
People are also reading…
Ochoa, quien tenía 37 años cuando la mataron, vive a través del trabajo en escena de Jaramillo, de 38 años, quien, además de ser defensora en la YWCA del Sur de ֱ es actriz.
Jaramillo ha actuado en “Digna” 19 veces, tanto en inglés como en español, en ճܳó y en México, desde febrero de 2017.
Volverá a interpretar a Digna Ochoa en dos presentaciones gratuitas en español el 23 y 24 de octubre en la Universidad de ֱ. Y el 1 de noviembre presentará la obra en la Ciudad de México.
El monólogo es dirigido por el experimentado director teatral tucsonense Barclay Goldsmith, escrito por la dramaturga Pat Coughlan y producido por Teatro Dignidad, la compañía teatral fundada por Jaramillo. Otros dos tucsonenses involucrados en “Digna” son el actor y director Roberto Guajardo y la directora Eva Tessler Zorrillo, quien tradujo la obra al español.
“Es un llamado a la dignidad”, dijo Jaramillo sobre la obra. Platicamos el jueves de la semana pasada en el patio de la YWCA en North Bonita Avenue, en el barrio Menlo Park.
En la obra, Ochoa, quien fue torturada varias veces antes de ser asesinada, regresa de la muerte para hablar de la resistencia. Habla de su vida y su trabajo, y de las continuas violaciones a los derechos humanos en México y el persistente asesinato de activistas.
Menciona a los 43 estudiantes de Ayotzinapa, Guerrero, quienes “desaparecieron” el 26 de septiembre de 2014. A pesar de los llamados desde México y de grupos internacionales defensores de los derechos humanos, no ha habido una investigación exhaustiva e independiente sobre el asesinato de los estudiantes.
La violencia política y la relacionada con el narcotráfico en México no sucede en un vacío, dijo Jaramillo. La violencia está directa e indirectamente relacionada con Estados Unidos, dijo.
Gente de Estados Unidos demanda y consume drogas originarias de México o que pasan por ahí procedentes de otros países de América Latina. Armas ilegales de Estados Unidos fluyen al Sur a las manos de grupos criminales. Además, Estados Unidos paga a México para que arme a sus policías y militares para usar esas fuerzas en el combate a los cárteles de la droga y frenar el flujo de inmigrantes centroamericanos vía México.
Como consecuencia, “las violaciones a los derechos humanos en México se han incrementado, patrocinadas por los contribuyentes de Estados Unidos”, dijo Jaramillo. “Estamos contribuyendo a la violencia”.
Esta es una de las razones por las que Jaramillo trabaja duro por mantener viva a Digna Ochoa. “Digna” mantiene el enfoque en los abusos a los derechos humanos en México y en la complicidad de Estados Unidos.
Jaramillo es testigo de las violaciones a los derechos humanos el norte de la frontera.
Nació en Agua Prieta, Sonora, ciudad que hace frontera con Douglas. Siendo niña, su familia se fue a vivir a Los Ángeles. Eran pobres y estaban rodeados de violencia e injusticias cometidas contra los trabajadores inmigrantes, las mujeres y sus familias, dijo Jaramillo. Vivió sin documentos legales durante 20 años, antes de conseguir la residencia legal.
Dijo, “caminaba en una vida de miedo”.
En 1994, Jaramillo y su familia se mudaron a ճܳó. Graduó primero de la Universidad de ֱ y en el 2009 egresó del Colegio de Leyes de la Universidad Estatal de ֱ (ASU). En ese mismo año se hizo ciudadana americana.
Durante los últimos tres años, Jaramillo ha sido directora del Latina Leadership Institute (Instituto de Liderazgo de Latinas) y de Women Out of Poverty Initiative (Iniciativa de Mujeres Fuera de la Pobreza) del Centro de Oportunidades Económicas para la Mujer de la YWCA. Desempeña un rol en la vida real defendiendo los derechos de las mujeres y trabaja con ellas en su empoderamiento. Su trabajo abarca talleres para hacer frente a temas como el abuso sexual, los derechos de los inmigrantes y cómo iniciar un negocio.
En este trabajo pone su energía y compromiso. Es una pasión que traslada al escenario de “Digna”.
En el verano de 2017, Jaramillo pasó varios meses en el estado de Veracruz, que ha sufrido una violencia intensa, incluyendo la matanza de periodistas. Digna Ochoa nació en Veracruz en el seno de una familia políticamente activa a la que Jaramillo conoció. Su visita le permitió profundizar su comprensión de la historia del personaje y de la realidad actual.
“Regresé sintiendo que tenía una misión”, dijo. “Ya no se trataba sólo de actuar en una obra”.
Ernesto “Neto” Portillo Jr. es editor de La Estrella de Tucsón. Contáctalo en netopjr@tucson.com o al 573-4187.
Traducido por Liliana López Ruelas.