Ilustración: Tammie Graves / la estrella de tucsón La demencia no es una enfermedad pero un rango de problemas del cerebro y la memoria. Hay herramientas para vivir con los síntomas.
Por Stephanie Innes
La Estrella de ճܳó
La demencia no es una enfermedad epecífica. Es un término general que describe un amplio rango de síntomas asociados con el deterioro de la memoria o de otras herramientas de pensamiento lo suficientemente severo como para reducir la capacidad de una persona de realizar sus actividades cotidianas.
La enfermedad del Alzheimer representa entre 60 y 80 por ciento de los casos de demencia. La dememncia vascular, la cual se presenta después de un derrame cerebral, es el segundo tipo de demencia más común.
La enfermedad del Alzheimer
El tipo de demencia más común, la enfermedad del Alzheimer, es causada por el daño a las células nerviosas en el cerebro, aunque los científicos no saben con precisión cómo se da ese daño. En las primeras etapas del Alzheimer, el enfermo tiene dificultades para recordar acontecimientos recientes o los nombres de personas. Puede ser que pierda interés en las cosas o se sienta deprimido. Después, los problemas de memoria empeoran. Puede empezar a mostrar poco juicio o confusión y temor. Una persona con Alzheimer avanzado puede tener problemas para hablar, tragar o caminar.
Otros tipos de demencia
Además del Alzheimer, varias otras enfermedades se caracterizan por los síntomas de la demencia, como la demencia vascular, la demencia con cuerpos de Lewy, la demencia frontotemporal, la enfermedad de Huntington y la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
Demencia vascular: es el resultado del daño al cerebro ocasionado por problemas cerebrovasculares o cardiovasculares, como los derrames cerebrales o la endocarditis. Las alteraciones en el juicio o poca capacidad de tomar decisiones, de hacer planes o de organizarse tienden más a ser los primeros síntomas, a diferencia de la pérdida de memoria, comúnmente asociada a los primeros síntomas del Alzheimer.
Demencia con cuerpos Lewy: es una forma de demencia progresiva que involucra la muerte de células en la capa externa del cerebro y parte del cerebro medio. Muchas de las células que sobreviven en esta área contienen estructuras anormales llamadas cuerpos de Lewy. Entre los síntomas están la pérdida de memoria y problemas de pensamiento comunes en el Alzheimer, pero las personas con demencia con cuerpos de Lewy son más propensos a tener síntomas tempranos como problemas para dormir, alucinaciones visuales bien formadas y rigidez muscular u otro tipo de movimientos parkinsonianos.
Demencia frontotemporal: está asociada con la degeneración de células nerviosas en los lóbulos frontal o temporal del cerebro. Es básicamente una enfermedad de disfunción conductual y del lenguaje, mientras que la huella de la enfermedad del Alzheimer es la pérdida de memoria. Por lo general empieza antes que el Alzheimer, el promedio de edad en la que comienza está entre los 50 y 60 años, 10 años antes que el promedio de edad en los pacientes diagnosticados con Alzheimer. Estos pacientes pueden ser imprudentes sociales y mostrar falta de comprensión de su propio comportamiento, pero a diferencia de los enfermos de Alzheimer retienen características cardinales de la memoria, como mantenerse al día sobre los hechos cotidianos y orientación en el tiempo y espacio. En contraste, los pacientes de Alzheimer muestran crecientes deficiencias en la memoria, pero generalmente siguen teniendo un comportamiento social apropiado.
Enfermedad de Huntington: es un trastorno hereditario que causa deterioro del cerebro y de la médula espinal. Los síntomas generalmente se desarrollan entre los 30 y los 50 años de edad, aunque pueden aparecer desde los 2 años y hasta los 80. El principal síntoma es un movimiento incontrolable de brazos, piernas, cabeza, cara y la parte de arriba del cuerpo, que por lo general no se ven en el Alzheimer. Otros síntomas son una disminución severa de las habilidades de pensamiento y raciocinio, irritabilidad, depresión y otros cambios de ánimo. Puede diagnosticarse con una prueba genética.
Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob: se cree que se ocasiona por una forma anormal de proteína. Este extraño y fatal trastorno cerebral es un tipo de demencia que empeora con una rapidez inusual. Otras formas de demencia más comunes, como el Alzheimer, los cuerpos de Lewy y la frontotemporal por lo general avanzan más despacio. Hay varios tipos diferentes, incluyendo la encefalopatía espongiforme bovina (enfermedad de las vacas locas).
Demencia Pugilística: También llamada “síndrome aturdido” (“punch-drunk syndrome”). Ocurre en gente que ha sufrido múltiples conmociones cerebrales y comúnmente se manifiesta como una reducción de la habilidad mental. Entre los síntomas están temblores, movimientos lentos, problemas de conversación y confusión. Frecuentemente avanza sin que sea diagnosticada, por el hecho de que comúnmente no causa síntomas durante varios años e incuso décadas. Además, con frecuencia sus síntomas son erróneamente atribuidos a los efectos de la vejez o el Alzheimer.
¿Por qué es difícil diagnosticar la demencia?
A veces, una persona está en el borde y no queda claro si sus problemas cognitivos leves se volverán algo serio.
Asimismo, otras condiciones pueden parecer demencia. Por ejemplo, ciertas reacciones a medicamentos, deficiencias nutricionales, abuso de alcohol, depresión, baja tiroides, infecciones, intoxicación, la acumulación de líquido en el cerebro llamada hidrocefalia de presión normal, sífilis y, en raras ocasiones, tumores cerebrales. Muchas de estas situaciones son reversibles con tratamiento.
Un escaneo cerebral no es una prueba de diagnóstico del Alzheimer
La demencia es un diagnóstico clínico, no un diagnóstico que se logre con imágenes. El diagnóstico se basa en pruebas de memoria, síntomas y algunas veces en una batería de exámenes neurosicológicos.
Los médicos buscan patrones de disminución del cerebro en una resonancia magnética o MRI que pueda dar muestras de Alzheimer y respaldar un diagnóstico.
Existen claras diferencias genéticas. Pero los exámenes genéticos no son rutinarios y son muy costosos.
Fuente: Dr. Hemant S. Kudrimoti, neurólogo del Instituto Neurológico Carondelet.
¿Qué distingue al Alzheimer de otras formas de demencia?
La diferencia está en la manifestación de la enfermedad en el cerebro y estudios de imagen como el PET scan (tomografía por emisión de positrones) pueden ser útiles para distinguir una forma de demencia de otra.
Un PET scan que utlilice Amyvid puede mostrar la presencia de amiloide negativo en el cerebro vivo, lo cual puede ser un diagnóstico para el Alzheimer. El PET scan también puede evidenciar ciertas señales como la hipoperfusión parietotemporal que indica la enfermedad del Alzheimer, a diferencia de la hipoperfusión frontotemporal, común en la demencia frontotemporal.
Los síntomas también varían dependiendo del tipo de demencia. Si una persona tiene problemas constantes con la memoria corta y quizá con la capacidad de encontrar la palabra que busca, probablemente padezca la enfermedad de Alzheimer. Otros tipos de demencia tienen diferentes síntomas que afectan el comportamiento, el andar y pueden derivar en temblores. Algunas demencias son estáticas, pero la mayoría son progresivas.
La reducción del tamaño del cerebro sugiere que se está dando un proceso degenerativo, pero los médicos observan con detenimiento para definir qué tipo de demencia puede estar en juego. La neuroimagen que muestra la atrofia frontotemporal puede indicar demencia frontotemporal, por ejempleo. Y la atrofia del hipocampo puede ser una señal de la enfermedad del Alzheimer.
Dos formas sencillas de examinar a un paciente es pidiéndole que dibuje un reloj y que salte por el pasillo.
“Si alguien no puede saltar bien o dibujar un reloj se hacen exámenes más extensos, dice el neurólogo y experto en Alzheimer de la Universidad de ֱ Dr. Geoffrey L. Ahern. El reloj examina varias funciones. ¿Puedes poner el reloj a la hora correcta? ¿Pusiste todos los números abarcando el círculo completo?
La gente no despierta un día con demencia, subraya Ahern. Es por eso que tener el historial del paciente es tan importante para hacer el diagnóstico correcto. Las pruebas también pueden incluir una evaluación del neuroconductual, un examen neurológico y estudios de laboratorio.