El pasado 18 de noviembre, el Teatro Fox de °Õ³Ü³¦²õó²Ô fue sede de la premiere en ÃÛèÖÖ±²¥ de Noche de fuego (titulada en inglés Prayers for the Stolen). La cinta de 2021, dirigida por la cineasta Tatiana Huezo, será nada más y nada menos que de la presentación oficial de México para competir en la categorÃa de Mejor Largometraje Internacional en los Premios Oscar en su 94° edición.
Pero esta no es la primera vez que un trabajo de la cineasta llama la atención; recordemos que otra obra suya, el documental Tempestad (2016), fue la propuesta de México para la categorÃa de PelÃcula en Lengua Extranjera cuatro años atrás.
Noche de fuego ha recibido ya varios reconocimientos internacionales, como una Mención Especial en el concurso Un Certain Regard del Festival de Cannes y el Premio a la Mejor PelÃcula Latinoamericana en el Festival de Cine de San Sebastián.
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El filme está ambientado en un pueblo solitario enclavado en las montañas mexicanas. La trama sigue a Ana y a sus dos mejores amigas, quienes se apoderan de las casas de quienes ya no están (porque han huido o desaparecido) y se disfrazan cuando nadie está mirando.
En su propio universo impenetrable, abundan la magia y la alegrÃa. Mientras tanto, sus madres las adiestran para huir de quienes pretenden convertirlas en esclavas o fantasmas. Pero un dÃa, una de las chicas no llega a su escondite a tiempo. Es a partir de ese momento que la historia toma un giro inesperado.
Nicolás Celis, quien participó en la multipremiada cinta Roma, de Alfonso Cuarón, es también el productor de Noche de fuego, junto con Jim Stark (Birds of Passage). El guion es una adaptación de la novela homónima de Jennifer Clement, publicada en 2014.
A sus apenas 35 años, Celis puede presumir de un repertorio muy interesante, el cual incluye varias de las mejores cintas mexicanas (y latinoamericanas) realizadas en años recientes.
¿Cómo surge tu afición al cine y cómo comenzaste a participar en la creación de pelÃculas?
De niño tuve un accidente donde me atropellaron. Pasé mucho tiempo en la cama de un hospital y con el cine podÃa viajar a otros mundos. Eso fue a los 9 años. Pronto convencà a mis papás de que me compraran una cámara y comencé a hacer videos de todo tipo: de graduación, de bodas, cosas asÃ. Hasta ganaba algo de dinero. HacÃa pelÃculas con mis familiares y mis amigos; ese era mi sueño.
Luego intenté entrar a una escuela de cine, pero me rechazaron dos veces. Fue entonces que comencé a trabajar con los estudiantes de cine. No conocÃa a nadie ni tenÃa recursos para estudiar en una escuela privada. Pero la verdad tuve mucha suerte. Mi primer corto fue con Lisa Miller, el cual ganó la Palma de Oro en Cannes. Para mà fue como una señal, porque lo primero en lo que participé en forma ganó lo máximo. Ahà descubrà la producción, ayudando en todo lo que podÃa.
Mi primer largometraje ya como productor fue Somos lo que hay (Jorge Michel Grau, 2010). Por cierto, mi primer documental fue con Tatiana Huezo y se llamó El lugar más pequeño (2011), y ya luego decidà abrir mi productora Pimienta Films.
Has participado en cintas inolvidables y multipremiadas, como Heli, Roma, Pájaros de verano, La región salvaje, todas de excelente manufactura. ¿Cómo fue la experiencia con Noche de fuego en comparación con las demás?
Noche de Fuego es la consolidación de mi trabajo con Tatiana Huezo. Hice El lugar más pequeño y luego Tempestad, con ella, y siento que pude aportar muchas más cosas en su primera pelÃcula de ficción. Aprendà mucho con Amat Escalante, Jonás Cuarón, Andrés Clarion y por supuesto con Alfonso Cuarón en Roma; me amplió mucho el panorama para contar cosas que me movieran, y más si son desde México. Noche de Fuego es muy ambiciosa como para debutar, porque se hizo con actores naturales, efectos especiales, locaciones complicadas y muchos extras. Creo que crecimos juntos. Aprendà que hacer una pelÃcula que funciona es lo que te da energÃa.
¿Cuál fue tu participación en Noche de fuego y cómo fue que te relacionaste con ella?
Jim Stark y yo compramos los derechos de la novela (Prayers for the Stolen). Se la mandamos a Tatiana solo para que nos diera su impresión (era la primera vez que comprábamos los derechos de un libro), pero como vimos su conexión con la historia, pensamos en ella para dirigirla. Le pedimos si la querÃa hacer, con cierto miedo a que nos rechazara, pero no lo dudó. Eso sÃ, nos pidió libertad creativa, hacer unos cambios a la historia. Nosotros accedimos, porque confiamos en su mirada.
¿Nos puedes hablar sobre el elenco y cómo se dio el casting?
¡Ah! Es un gran elenco, sobre todo las niñas, y también quienes las encarnaron ya de adolescentes. De verdad que encontramos a sus clones adolescentes. Graciela Luzbeth trabajó conmigo en Roma y ella nos ayudó a encontrar a las actrices y a los extras, ella y Tatiana (la directora). Creo que vimos a más de 800 niñas. Fátima Toledo fue nuestra couch de actores, una talentosÃsima mujer brasileña que trabajó en Ciudad de Dios, y su trabajo se ve en la pantalla.
¿Cómo describirÃas a Tatiana Huezo?
Es de las personas más rigurosas que conozco, que se entregan a las pelÃculas que hace. Fue toda una capitana en este proyecto, porque dio todo por su visión. Tiene mucha claridad. Es muy sensible y tiene una forma de contar historias muy única, poética y con mucha fuerza. No cuenta sus historias de manera muy obvia, sino como con cierta elegancia y estilo.
¿Cómo fue el rodaje, las locaciones? ¿Nos podrÃas contar algunas incidencias importantes del rodaje?
Fueron casi 9 semanas de rodaje pero con muchos meses de preparación. Se filmó en la Sierra Gorda de Querétaro y en varios municipios de Hidalgo. No habÃa internet ni señal de celular y estaba como a 10 horas de la Ciudad de México. Fue un rodaje guerrillero, digamos, pero muy grande. Todos fuimos un equipo maravilloso que abrazó la pelÃcula. Me encanta eso de México, que todos se entregan en cada pelÃcula. Nos llovÃa, la neblina era terrible y a veces los extras no llegaban, pero llegaban otros. Fue intenso, pero la comunidad nos apoyó, como actores, quedándonos en sus casas y convivÃamos con las familias.
En esta época en donde el mundo ha puesto atención a la violencia de género, ¿cómo crees que Noche de fuego se inserta en esta discusión?
La pelÃcula llega en un momento en donde este tema está a flor de piel. Nos parecÃa relevante. No es una cinta aleccionadora, polÃtica ni para regañar al público, sino que intentamos ponerte en los zapatos de alguien que tiene otra vida. Queremos que se siga haciendo visible este problema de la mujer.