Mientras crecía en el este de la ciudad, Victoria McElhinney no era mucho de escuchar hip-hop. Cuando muchos de sus jóvenes amigos se introducían en el rap, Victoria se sentía más contenta de pasar tiempo en su recámara y escribir poesía.
Pero algo hizo clic en el camino. Empezó a descubrir que detrás del sonido el hip-hop, detrás del pesado golpeteo de las letras de los raperos, Victoria escuchaba palabras líricas que se unían expresando sentimientos, actitudes, desesperación, esperanza, enojo, amor.
“Esto es poético”, dijo sobre la música que ella antes decía que le disgustaba. “Yo odiaba el rap”.
Ahora no tanto. El rap se ha convertido en su pasión. Escribe sus letras relacionándolas con el ritmo. Graba su música en su computadora en su casa en el barrio de Flowing Wells y llega a su público mediante el internet: YouTube, SoundCloud, Spotify.
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Expresarse a sí misma, definir quién es a través de la música, es lo que motiva a Victoria, de 29 años, quien es maestra de 4to grado en una escuela chárter y egresada de Sahuaro High School.
“En realidad nunca quise ser rapera”, dijo. “Simplemente fue pasando y pasando”.
Con el nombre artístico de Ill V y con el apoyo de su esposo y su familia, Victoria ha ido trazando su propio camino en las competitivas aguas del hip-hop. Se ha presentado en festivales de hip-hop aquí y en otras partes del país y en reuniones y centros nocturnos de la ciudad.
Grabó su primera canción en el 2011 y, riéndose de sí misma, Victoria no pudo acordarse del título. Pero de una cosa estaba segura: “No era tan buena”.
Cuando Victoria se para en un escenario para entretener al público es otra persona. Porque ella se considera a sí misma introvertida. Cuando estaba creciendo, dijo, su felicidad era estar en su cuarto y perderse en la poesía y la lectura.
Aún le gusta la quietud de la soledad, pero está contenta de que su música y sus presentaciones la han hecho salir.
“He aprendido a ser más abierta”, dijo en una conversación en un café.
El hip-hop y el rap han transitado por un largo camino desde la década de los 70’s, cuando jóvenes urbanos negros y latinos empezaron a mezclar grabaciones mientras hablaban sobre la música. Tras surgir de la Ciudad de Nueva York, ampliamente considerada el lugar de nacimiento de esta música, se esparció a otras áreas urbanas y muy pronto llegó a grandes suburbios blancos. La música se afianzó y ahora es escuchada en todo el mundo e interpretada en diferentes géneros musicales e idiomas.
Sin embargo, a lo largo del tiempo el rap ha sido ampliamente criticado por sus letras violentas y sus mensajes de comportamiento misógino y antisocial, así como su feroz rechazo a la autoridad. Pero los defensores y creadores del rap han argumentado que es reflejo de un amplio sector de jóvenes urbanos que han sido marginados de lo mejor y condenados a lo peor por una sociedad a la que no le importan.
Al principio de su desarrollo musical, Victoria se centró en lo que llamó el “núcleo violento” del rap. Es un subgénero intenso. Sin el menor remordimiento sobre sus letras. En “Outta You”, uno de sus videos en You Tube, Victoria se encuentra en espacio vacío en un auto lavado de carros y suelta algunos insultos, tira el dedo, y rapea sobre sacar “a la p_ _a de ti”.
Victoria está claramente consciente sobre la historia de esta música y las críticas. Con el surgimiento del movimiento #MeToo, Victoria se ha cuestionado a sí misma, la agresiva explotación sexual de la mujer y la aspereza de algunos aspectos del rap.
“Esa no es mi vida. Me dejó pensando en cambiar mi imagen”, dijo.
Y parte de ese cambio fue su bautismo en su fe cristiana en el 2017. Conforme ha evolucionado su propia imagen, quiere proyectar otra imagen explorando la vena del rap cristiano.
Hay un público creciente para el rap góspel, como también se le conoce, música que transmite mensajes constructivos de evangelización.
No necesariamente quiere ser etiquetada como rapera cristiana, pero quiere explorar esa música y generar una base de seguidores más grande, Y mientras sigue desarrollando su música, Victoria quiere seguir abordando temas más realistas de su vida real.
Es rapera, sí, pero también es artista. Con sus palabras y sus ritmos, Victoria intenta crear un mundo musical en el que pueda vivir y compartir con los demás.
Ernesto “Neto” Portillo Jr. es editor de La Estrella de Tucsón. Contáctalo en netopjr@tucson.com o al 573-4187.
Traducido por Liliana López Ruelas.