María Vianey Valdez-Cárdenas pensó que este año, debido a las restricciones de la pandemia, no podría realizar el evento anual para llevar zapatos y chamarras a niños de escasos recursos de dos escuelas de Sur ճܳó.
Pero eso no era opción. Las familias necesitan el apoyo más que nunca, le dijeron.
Así es que, con cambios sustanciales en la logística, , la organización sin fines de lucro creada por Valdez-Cárdenas, celebra el 19 de diciembre la . Setenta y cinco niños de las escuelas Mission View Elementary y Ochoa Elementary serán beneficiados.
Valdez-Cárdenas y el equipo de voluntarios y patrocinadores que la acompaña en Corazones Unidos necesitan donativos para cumplir con su objetivo del próximo sábado, pero también para otro tipo de asistencia a familias necesitadas a lo largo del año.
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Especialmente en este 2020, la organización ha ayudado a familias a pagar por sus servicios públicos y a jóvenes indocumentados que necesitan orientación y recursos para su solicitud de DACA, programa del que un juez federal acaba de reordenar la reapertura.
La organización calcula que patrocinar a un niño equivale a $75 dólares. La cantidad puede variar, pues se eligen los zapatos y chamarra nuevos disponibles según su talla. Pero las donaciones pueden ser de cualquier monto, por pequeño o grande que parezca.
En los seis años anteriores, este programa reunía a los niños beneficiados y los llevaba en camiones escolares a realizar sus compras.
Era un día especial para ellos. Un día de fiesta que después de la visita a las tiendas en horarios especiales culminaba con un almuerzo en McDonald’s.
Esta vez, las niñas y niños -seleccionados por personal de las escuelas- no podrán elegir ellos mismos su par de zapatos ni su chamarra, pero recibirán una bolsa con estas prendas acordes a su talla. Las familias recogerán las bolsas el sábado 19 de diciembre en el ayuntamiento de Sur ճܳó, en el 1601 S 6th Avenue. También se les entregará un certificado de regalo para que vayan por su cajita feliz.
La necesidad es grande... y la voluntad también
“Yo miré en las escuelas que muchas familias a veces no mandan a sus hijos (a la escuela) porque no tienen zapatos buenos o chamarra o transporte o gasolina”, dijo Valdez-Cárdenas, quien trabajó tres años en la escuela Mission View como representante comunitaria. Ahí fue donde surgió la idea de este evento.
La originaria de Ciudad Obregón, Sonora, y ahora representante pública de la Oficina del Censo en el Sur de ֱ, dijo que más del 70% de la población de Sur ճܳó es hispana, y más del 95% de los niños en las escuelas Mission View y Ochoa reciben almuerzos gratis o a precios reducidos, debido a los bajos ingresos familiares.
“Nuestra misión en Corazones Unidos es ser el puente para que los niños de Sur ճܳó sigan adelante”, dijo Valdez-Cárdenas, quien además de la organización y de su empleo en el Censo tiene su propio despacho de trámites migratorios y realiza una maestría en línea en la Universidad de ֱ.
Valdez-Cárdenas está comprometida con el servicio público y voluntario.
Ayudar es una pasión que desarrolló desde que trabajó más de 15 años coordinando programas para adultos mayores con el Departamento de Parques y Recreaciones de la Ciudad de ճܳó y que se convirtió además en su terapia personal cuando enviudó hace 4 años, después de sobrevivir ella misma a un cáncer de tiroides.
“Pero yo les digo a mis tres hijos, ‘no hay tiempo de ponerse a llorar, porque pierdes el enfoque’”, dijo Valdez-Cárdenas. “Hay mucha oportunidad de ayudar a las familias, a que esos niños sigan avanzando y no se queden atrás”.