La siguiente columna es la opinión y el análisis del escritor:
A finales de mayo, Paul Durham, miembro de mi Concejo Municipal por el Distrito 3 de ճܳó, hizo una declaración incipiente en su boletín semanal sobre el asesinato y el linchamiento de los hombres de color George Floyd y Ahmaud Arbery. Esto fue antes de que ocurrieran las marchas, las protestas y la violencia posterior a manos de los departamentos de policía de todo el país.
La declaración de Durham fue de tres frases: “Quiero tomarme un momento y reconocer el dolor y la ira que muchos están sintiendo en este momento tras el asesinato de George Floyd y Ahmaud Arbery. Por lo general no tomo en cuenta los asuntos que no están directamente ante la alcaldía y el Concejo y no he hablado previamente sobre los daños experimentados por nuestras comunidades afroamericanas y mexicoamericanas causadas por el racismo profundamente arraigado. Deseo hacer eco y amplificar la siguiente declaración de mi colega...”
People are also reading…
Luego copió y pegó las palabras de la alcaldesa de ճܳó, Regina Romero, que expresó su indignación por el asesinato de un hombre negro desarmado y exigió responsabilidad y justicia. Dado que las noticias de la semana pasada hicieron público el brutal asesinato de Carlos “Adrián” Ingram López mientras estaba bajo custodia del Departamento de Policía de ճܳó, estas palabras suenan huecas.
Escribo para exigir que Paul Durham, la alcaldesa Romero y todo el ayuntamiento tomen medidas directas para abordar el asesinato de Ingram López, una muerte que la policía ocultó no solo al público, sino al parecer a la alcaldesa y al concejo.
ճܳó ha sido elogiado en las últimas semanas por ser una de las dos únicas ciudades en Estados Unidos que ha adoptado las medidas “Ocho no Pueden Esperar”. El asesinato de un ser humano, el ocultar o ignorar un video que mostraba esos eventos y la protección de los perpetradores del asesinato hace que la adopción del Departamento de Policía de ճܳó (TPD) de éstas y otras medidas aparentemente progresivas sean discutibles.
Ellos no deben “blanquear” este evento diciendo que fue el resultado de “manzanas podridas”, sino abordar la violencia policial a nivel de departamento.
Pido a la alcaldesa y al concejo que levanten cargos y procesen la rendición de cuentas de los oficiales involucrados en el asesinato y la ocultación del video de Ingram López. Los llamo para que deroguen la Ordenanza 11746, que no solo sirve para proteger a la policía, sino también para poner en peligro a los ciudadanos de ճܳó.
Unas 400 personas asistieron a una vigilia el jueves por la noche en El Tiradito, un santuario público al sur del centro de ճܳó, y muchos caminaron a la estación de policía, donde mostraron su indignación.
Solicito retirar fondos a la policía y redirigir los fondos de TPD a otras necesidades de la ciudad en lugar de dirigir un tercio del presupuesto de la ciudad a entrenamientos violentos sancionados por el estado, la compra y uso de equipo militar para la intimidación y vigilancia excesiva de los ciudadanos de color y latinos de nuestra comunidad.
Los miembros del concejo deben escuchar a sus electores, específicamente a las personas de color que están en la primera línea de esta lucha, que pueden informar y expresar mejor las necesidades de comunidades, vecindarios y empresas con exceso de policía pero con pocos recursos. Apoyar a esas comunidades beneficia a todas las personas en nuestra ciudad.
Por ejemplo, la reciente decisión de la Corte Suprema sobre DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) que protege a los “soñadores” fue una lucha legal dirigida por la NAACP (National Association for the Advancement of Colored People), una organización liderada por personas de color.
Este triunfo beneficia a las comunidades de inmigrantes y suma fuerza a todos los que luchan por la reforma migratoria. Además, invertir en comunidades va más allá de las inversiones financieras. Los miembros del concejo deben invertir en fomentar las relaciones, escuchar, aprender y dedicar tiempo, no solo gastar dinero.
En palabras de la activista académica y política Angela Davis: “En una sociedad racista, no es suficiente ser no racista, debemos ser antirracistas”.
Llamo al Concejo de la Ciudad (cabildo) de ճܳó para que tome medidas. Que termine con las posturas y las palabras vacías. Queremos un cambio sistémico en todo el jardín, no solo cortar las “manzanas podridas”. Ataquen este problema desde la raíz. Riéguenlo con acciones reales, no sólo con buenas intenciones; eliminen las malas políticas y programas; fertilicen el terreno con responsabilidad e inversiones que apoyen a nuestra comunidad para que todos podamos disfrutar de los frutos de su trabajo. Es para esto que los elegimos.
Sergio Ávila es biólogo y conservacionista de la vida silvestre, inmigrante, vive y trabaja en tierras ancestrales de Tohono O’odham y Pascua Yaqui desde 2004. Es miembro de la Comisión de Clima, Energía y Sostenibilidad de la ciudad de ճܳó.