PHOENIX — El gobernador Doug Ducey ordenó un retraso de dos semanas para el inicio de clases presenciales, lo cual podría dar más tiempo a las escuelas para que se preparen para impartir clases en medio de la pandemia.
Pero con esta medida se asume que estudiantes —y profesore — se presentarán en las escuelas en agosto.
“Muchos padres están listos para que sus hijos regresen”, dijo Joe Thomas, presidente de la Asociación Educativa de ֱ. Dijo que los maestros también están listos. Pero Thomas dijo que esto no es sencillo en los tiempos de COVID-19.
“Todos nos estamos comenzando a enterar de que conocemos a alguien que lo tiene, o sus hijos lo tienen o un miembro de la familia lo tiene”, dijo refiriéndose al coronavirus.
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“Así que hay mucha ansiedad”, explicó Thomas. “Quieren regresar. Pero simplemente no se sienten seguros”.
Incluso la superintendente de ֱ, Kathy Hoffman, dijo que no hay garantía de que habrá niños en los salones o si será seguro reabrir las escuelas el 17 de agosto. En lugar de ello, Hoffman dijo que espera que la fecha de regreso se dará cuando las autoridades educativas evalúen las condiciones en ese momento.
“Y hay potencial de que esa fecha cambie”, dijo Hoffman.
Puede que todo se reduzca a qué tan extendidas se mantienen las infecciones por COVID-19 en el estado, dijo Chris Kotterman, quien hace cabildeo para la Asociación de Consejos Escolares de ֱ.
“No sabemos más que los demás sobre cómo se verán esos números”, dijo Kotterman. Pero el problema, aclaró, es más básico.
“Sí sabemos que hay muchos empleados de las escuelas que han manifestado gran preocupación sobre regresar a los salones cuando los números (de COVID-19) son tan altos”, dijo.
Hoffman está de acuerdo, y dice que cualquier decisión final se deberá emitir en base a si los padres están dispuestos, y listos, a mandar a sus hijos de vuelta a las aulas.
“Hemos visto y escuchado directamente de las familias, y también de los profesores y personal escolar, este creciente sentimiento de miedo y ansiedad de regresar al entorno escolar”, dijo Hoffman.
Señaló que algunos distritos ya han estado mandando encuestas tanto a padres como empleados para indagarsi están listos para estar en un ambiente de aula.
“Creo que eso continuará siendo un reto”, dijo.
“Es muy difícil atender esas emociones, porque el COVID-19 está con nosotros por ahora”, dijo Hoffman. “No sabemos cuándo dejaremos de vivir bajo estas condiciones”.
La superintendente dejó claro que no está buscando minimizar esas preocupaciones.
“Estamos hablando de nuestros seres queridos”, dijo ella.
Un equipo de trabajo presentó recomendaciones a la mesa directiva del distrito escolar más grande de ճܳó, en un intento de limitar la expansión del coronavirus.
Hoffman dijo que mucho de esto está relacionado con los anuncios del lunes del gobernador sobre los más recientes esfuerzos de reducir la expansión del virus, incluyendo fomentar y hacer cumplir el distanciamiento social.
“Ni siquiera podemos tener grupos de más de 10 personas en la alberca”, dijo Hoffman. “¿Cómo va a ser posible abrir nuestras escuelas de manera segura cuando sabemos que las aulas tienen 20, 30 o más estudiantes, y las preparatorias miles de estudiantes y maestros más, y todos están juntos?”.
Incluso el gobernador admitió que la fecha de inicio del 17 de agosto es “aspiracional”.
Y si el final del reciente año escolar nos indica algo, podemos asegurar que esas fechas suelen desplazarse. La orden inicial de Ducey para mediados de marzo se extendió por otras dos semanas antes de que él y Hoffman cancelaran por completo la posibilidad de terminar el año académico de forma presencial, diciéndole a las escuelas que hicieran su mejor esfuerzo a través de educación remota y en línea.
Como mínimo, parece haber un acuerdo de que posponer el inicio del nuevo ciclo al menos dos semanas — si no es que más — tiene sentido.
Fue uno de los más de 40 empleados que recientemente dieron positivo por el coronavirus durante un brote en las instalaciones de la empresa cerca de Silverlake y Park.
“Se ha vuelto evidente en las últimas semanas que simplemente no es seguro para los estudiantes y el personal concentrarse físicamente en las instalaciones”, dijo Hoffman. “Esta fue una decisión difícil, pero necesaria para proteger la salud y seguridad de todos los arizonenses”.
La nueva fecha de inicio para las escuelas les da a éstas más tiempo de considerar opciones, dijo Thomas, de la asociación estatal de educación. Dijo que esto podría ofrecer tiempo para responder algunas preguntas sobre si las aulas pueden hacerse más seguras — o al menos libres de riesgo en un espacio cerrado.
“El Centro de Control de Enfermedades (CDC, en inglés) dice que debes estar en un cuarto ventilado”, dijo Thomas. Y eso, dice, no significa simplemente tener un ventilador dentro del cuarto.
“Quieren decir que abras las ventanas”, dijo. “No existe escuela que pueda permitirse abrir las ventanas en agosto”.
Hasta que los educadores se sientan seguros, dice Thomas, van a tener reservas sobre regresar.
Cuántos se mantendrán lejos, permanece incierto. Thomas dice que espera publicar una encuesta de miembros de la asociación esta semana.
Al anunciar el retraso del aprendizaje presencial, el gobernador dijo que las escuelas podrán empezar labores a tiempo — pero solamente usando enseñanza remota o en línea.
“Empezar tiene el beneficio para que los profesores reciban pago cuando normalmente esperarían ser pagados”, dijo Chuck Essigs, quien hace cabildeo para la Asociación de Oficiales de Negocios Escolares de ֱ.
Potencialmente más significativo, dijo Essigs, es que empezar “clases” como estaba programado a inicios de agosto elimina la necesidad de las escuelas de extender su año académico o eliminar las vacaciones de mitad de año para alcanzar los 180 días de educación que se requieren para recibir ayuda estatal completa. Pero ese inicio en línea trae otros problemas, empezando por el hecho de que algunos estudiantes no tienen acceso a computadoras, así como a internet de alta velocidad para participar.
“Eso no es algo que pudiéramos haber resuelto en las últimas semanas o meses”, dijo Hoffman.